piérdete entre la noche sin más y déjame.
Libérame, que mi cuerpo pueda levitar sin pensar,
ser el eco de una felicidad pasada.
Que ya no quiero disolverme en el espacio,
y necesito evitar cada mar, cada cielo.
Y te diré la verdad, me sentía vivo, pero nada es
perfecto y el insomnio acabó devorándome.
Déjame pasar, no pretendo ser un ser invencible,
ayúdame a olvidar, a viajar lejos de tus brazos.
Quiero que te vayas, que desanudes el tiempo y
dibujes a pedacitos un cosmos imposible.
Surquemos el cielo por última vez, siempre te recordaré
e imaginaré como nunca aquellas noches de verano.