Ser bueno no está de moda,
querer a alguien es cosa del pasado,
llorar por amor es algo inexistente,
pero yo aún no acabo de acostumbrarme
a la vida moderna...
El corazón siempre ha sido más fuerte
que la mente y hasta la más fría conciencia
guarda en lo más profundo de su ser una
retenida lágrima de amor perdido.
Ser bueno te deteriora, te hace frágil y
débil en un mundo de sentimientos corruptos.
Irreversibles situaciones que quiebran tu alma
y a la vez te descubren la realidad de la vida.
Nadie es culpable de sentir una profunda
necesidad de cariño, nadie tiene la culpa de
querer sentir tus besos y abrazarte como si
fuera el último segundo de mi vida.
Perdóname por pedirte más interés hacia mi
ser del que verdaderamente sientes, pero a la
vez entiéndeme: creo que esto puede ser el
principio de un bonito final.
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