lunes, 2 de septiembre de 2013

jueves, 8 de agosto de 2013

Como pequeños superhéroes

Como pequeños superhéroes
nos enfrentamos en la vida
a historias inacabadas,
incomprensibles
y de apagado color.

Nos convertimos en música,
en cada letra que escribimos,
y terminamos llorando
en la búsqueda
de una natural razón.

Pero el frío termina,
siempre desaparece,
todas esas palabras enamoradas
acaban en simples aviones de papel
y sólo defienden a capa y espada
un azul casi transparente.

domingo, 4 de agosto de 2013

La vida sigue y el vacío se transforma

Dicen que la angustia desaparece,
que el tiempo te lleva al olvido 
y el olvido te empuja como 
única forma de supervivencia.

Yo estoy esperando ese momento,
mientras tanto continúo sin comprender
cientos de incógnitas y planteándome 
día tras día un millón de porqués.

La vida sigue y el vacío se transforma.





domingo, 16 de junio de 2013

Una noche observando las luces de Madrid

He meditado sobre las historias inacabadas.
Nunca tienen una razón de ser, pero rompen
miles de corazones.

Quizá algún día encuentren la solución al desamor.
Mientras tanto, solo nos queda gritarle al tiempo.

martes, 4 de junio de 2013

Continuará...


Forget me not, I ask of you
Wherever your life takes you to
And if we never meet again
Think of me every now and then



domingo, 31 de marzo de 2013

Puede que sonría esta noche

Quizás existe de verdad...

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Creo que era hora de volver

Creo que era hora de volver, pienso en los recuerdos y
me encuentro más perdido que nunca.
Me he sumergido en una extraña sensación oscura,
he deslizado mi cuerpo sobre una nube de cristal y,
aún así, sigo olvidado en el cosmos más banal y
frágil que cualquier humano pueda imaginar.

Nunca fue fácil, ni en ocasiones certero, mostrar al mundo
todas las esferas que rellenan las palabras de nuestro pensamiento.
Ni un solo momento he podido parar el tiempo y conseguir así
levitar en la inmensa ciudad que recorro a diario.

Creo que era hora de volver y sí también era hora de
gritar a la vida lo perdido que me encuentro ante la rutina.
Lo desconocida que es la incertidumbre futura y lo
voraz que puede llegar a ser el rojo en miles de ocasiones.

Nadie me avisó, a nadie pregunté y nunca esa fue mi intención.
Pero, habría sido precioso que aunque solo fuera una noche
un susurro desconocido me enseñara las estrellas en esta
ciudad de baldosas y edificios.

Bueno, quizás este laberinto no sea tan tenebroso como
lo pintaban en los cuentos de hadas.
Creo que puede ser interesante navegar sin rumbo,
construir el tiempo y soñar con la levitación una vez más.
La sonrisa siempre tiene la razón y lo demás queda en
manos de lo eterno.