Vivimos en una sociedad de gastos, de adicciones,
de consumo en general. Mañana cuando despiertes
habrá salido un nuevo producto al mercado tan
maravilloso y único que desearás tenerlo con todas
tus fuerzas. Y sí, podrías llegar a conseguirlo si su
precio no es desorbitado, y si lo es de todas formas
ahorrarías hasta tenerlo en tu poder. Este es el día
a día de nuestra sociedad, el avance de las tecnologías,
del consumo asociado a relajarte, a sacarte de una
pequeña depresión, a derrochar por derrochar, por
simples manías sin sentido. Es la virtud y el inconveniente
de vivir en un país desarrollado, es algo que hace
que te vuelvas materialista, que no valores las
pequeñas cosas que tienes a tu alrededor, que de
una forma u otra forman la vida misma. Pero bueno
todos debemos reconocer que somos ''consumistas''
extremos, cada uno de forma diferente y en su versión,
cada uno desde su punto de vista. Pero viviendo donde
vivimos es algo inevitable.
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