A que nunca has pensado en mi.
A que cuando cierras los ojos,
nunca he pasado por tu mente.
A que los sueños se hacen realidad.
A que cada vez que te miro a la cara,
llego a sonrojarme.
Porque lo quiera o no aceptar,
he caido tontamente enamorado de ti.
Y me encuentro en el punto medio,
en el punto entre eliminarte de mi mundo
o no dejarte escapar nunca.
A que has mirado alguna vez las estrellas.
A que ninguna de esas veces lo has hecho,
de la manera que yo lo hago.
Deja que te muestre el mundo estelar
a través de mis labios.
Y que cada palpitar obligado precipite
una sonrisa.
A que me arrepiento de no haber ganado
tu futuro.
A que cada vez que miro un mero retratro
tuyo, es como si quisieras mirarme.
De una vez, todo salió de mi boca para
cumplir con lo debido y así forzar la
terminación de estos hechos, AMOR.
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